Volviendo a los orígenes.
Corren tiempos en los que hay que ir rápido por el monte, en los que el peso es una lacra y hay que reducirlo a su mínima expresión, en los que por las cumbres se pasa corriendo y rápido a por la siguiente o al coche.
Pues nosotros, y en vista del tiempo que daban, decidimos ir en contra de estos tiempos y volver a los orígenes. A subir montañas despacio y en varios días, a cargar con peso en la mochila y a vivaquear en las cumbres rescatando un viejo proyecto: subir desde el Collado de Cámara por todos los picos hasta la Morra de Lechugales.