Uno de los actos programados para celebrar el X aniversario de ALTAI consistía en ascender en el día las diez cumbres más altas de Cantabria. El 25 de julio de 2009 fue el día escogido para realizar “el reto de las 10 cumbres”, después de haber tenido que aplazarlo 15 días para dar tiempo a que algunos neveros desaparecieran. Nos animamos a participar Jesús, Chechu, Raúl, Miguel y Luís. Por suerte para nosotros, 9 de esas cumbres se encuentran en los alrededores de Lloroza, en el macizo central de Picos de Europa.
El viernes subimos en el último teleférico a dormir al refugio de la estación superior. La llegada al refugio fue un poco surrealista. Un extranjero nos saluda y acto seguido nos pide papel higiénico. Tiene problemas intestinales y su amigo tiene el tan anhelado papel pero se encuentra perdido por la niebla en los Picos. Nos dice que, junto con el papel higiénico, lleva la tienda así que no nos preocupamos mucho. Al día siguiente nos despertamos a las 4 de la mañana y sorpresa, está lloviendo. Entre el sueño y la noticia nos quedamos un poco confusos pero decidimos salir lloviendo.
A las 4,30 salimos hacia el collado de la Canalona. En la Vueltona desaparece la lluvia y aparecen las estrellas. Ya en el Collado vemos un impresionante mar de nubes y subimos a Peña Vieja donde seguimos deleitándonos con el amanecer.
Bajamos a las Coteras Rojas y ya nos dan los primeros rayos del sol. Nos hemos hinchado a hacer fotos y comentamos que a ese ritmo no acabamos ni en cuatro días. El siguiente pico es Tiro Navarro al que subimos por una canal sin tener que perder mucha altura. En la cima nos retorna la eterna duda si es la cima más alta o es la que está más al sur. Decidimos no quedarnos con las dudas y nos subimos a las tres cumbres de Tiro Navarro. No salimos de la duda ya que las dos cumbres, norte y sur, tienen una altura muy parecida lo que si nos parece es que la central es más baja.
El pico Santa Ana es el siguiente aunque también nos subimos a las dos cumbres; occidental y oriental.
Atravesamos hacia la Torre de Horcados Rojos y desde la cumbre empezamos a ver la afluencia de montañeros de los primeros teleféricos. En el collado de Horcados Rojos nos encontramos con la gente de la “Depor” que están realizando la interprovincial y con David, Javi y Mónica, de Altai, que van a escalar el “espolón rojizo”. Charlamos un buen rato con ellos y seguimos en dirección al Pico Tesorero. Por la subida y en la cumbre, nos vamos encontrando con más gente “Depor” con los que charlamos un rato.
Desde el Tesorero atravesamos hacía la Collada Blanca. Una travesía que en invierno es cómoda pero en verano es más dura por el estado de las rocas. Asados llegamos a la cumbre de Torre Blanca donde escuchamos a unos “geógrafos” una curiosa explicación de por qué los cántabros consideran a Peña Vieja la más alta y no a Torre Blanca. Les dejamos con sus problemas de mugas y salimos hacia Tiro Llago. Este pico junto con Madejuno son los que más problemas pueden dar ya que hay que treparlos.
Desde la cumbre de Tiro Llago vemos a una cordada que vienen por la arista pero nosotros destrepamos la subida y pasamos por debajo de la arista, hacia la subida normal de Madejuno. Aquí concluimos la subida a las 9 cumbres y destrepamos en dirección al teleférico.
Inocentes de nosotros no contábamos con la cola del teleférico. Nos dan número, del 161-165. Nos vamos a la cafetería a ahogar penas. Después de hora y pico llegamos al coche. Nos lavamos, cambiamos de ropa, hablamos con algunos amiguetes que nos encontramos, comemos algo y otra vez para arriba. Era como si empezase otro día.
A las 8 de la tarde llegamos al puerto de San Glorio y a los pocos minutos salíamos con el mochilón hacia Peña Prieta. ¡Qué lejos está! es el comentario que más hacemos. Una pena que ya íbamos mal de tiempo y que la amenaza de la noche estaba demasiado cerca, ya que el atardecer era espectacular. Realmente habíamos escogido uno de los mejores días del verano para realizar esta actividad. En el Alto de Cubil del Can el viento era muy fuerte. Toca abrigarse y buscar las linternas. A las 11,20 concluíamos el día en la cumbre de Peña Prieta, con un viento bastante fuerte y otra sorpresa. Nos tocaba compartir vivac con una manada de cabras y dos mastines. Los cruces de miradas cabra-humano, mastín-humano y mastín-cabra se hacían la misma pregunta ¿qué coño hacen estos aquí?
Los desniveles acumulados, según el altímetro, fueron los siguientes: 3215 metros subidos, 2320 bajados y 16 horas de actividad. Desde el principio el planteamiento de la actividad era hacerla andando y disfrutando, sin ninguna intención de batir ningún record. No teníamos ninguna referencia de otros montañeros que lo hubieran hecho antes ni que desnivel tendríamos que hacer. Todo pura sorpresa.
Aquí tienes más fotos de la actividad.