El segundo es más difícil sobre todo al poco de salir de la reunión y tiene una catalogación de 6b.

 

 

 

El tercero es un compacto diedro donde la presencia de vegetación ya empieza a incomodar un poco y tiene una dificultad obligada de 6a, aunque en libre entero es bastante más.

 

 

 

 

A partir del cuarto largo la presencia de vegetación provoca que, en algunos pasos, tengas que hacer una combinación de tecnicas de escalada y desbrozadora.

 

 

 

Finalizado este largo la vía se acaba pero como íbamos bien de tiempo y no muy tostados por el sol, decidimos continuar otros dos largos más de la vía La uña que mece la cuna.
Estos dos se pueden empalmar sin problemas. El descenso se hace rapelando porque la vía está equipada para hacerlo y además por evitar la molestia a las aves que en esta pared crían hasta muy muy tarde. Son tres rápeles: dos de 60 metros y el tercero de unos 20 metros.

A modo de conclusión, vía muy bonita, disfrutona y que si se escalase más la presencia de vegetación no molestaría tanto. Como dice nuestro particular gurú de la escalada: "esto se soluciona con napalm" y a continuación nos recuerda la peli Apocalipsis now y la conversación:

"¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? Es Napalm hijo. Nada en el mundo huele así. ¡Me encanta el olor a napalm por la mañana!"

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