Señor director:
Durante los últimos meses, un grupo empresarial, con el apoyo de los alcaldes de la zona, han lanzado a la opinión pública la idea de construir una estación de esqui en las inmediaciones de la zona del puerto de San Glorio, ocupando terrenos de Cantabria, León y Palencia.
Todo el colectivo de montañeros, esquiadores de travesía, amantes de la naturaleza en general y conocedores de la zona, entre los cuales me incluyo, estamos enormemente preocupados por el cariz que está tomando este asunto.
La zona que quiere ocupar dicha estación es una de las pocas zonas vírgenes de alta montaña de la Cordillera Cantábrica y se encuentra en un estado de conservación bastante bueno. Además se encuentra en la zona de especial protección del oso pardo y del urogallo, curiosamente dos de las especies más amenazadas de la Península Ibérica, lo que da una idea de la riqueza natural de esta zona.
Los promotores de la estación intentan hacernos creer que van a construir una estación de esquí 'ecológica' de 80 Km esquiables. ¿ Alguien se cree que 32.000 esquiadores/hora (cifra del proyecto) no van a producir ningún impacto? Sin duda alguna los impactos sobre la flora, fauna y sobre todo el paisaje van a ser críticos y no habrá ninguna medida correctora que pueda mitigarlos. ¿ Acaso no va a haber aparcamientos, cafeterías, remontes o tendidos eléctricos?
También intentan convencernos de que la nieve está asegurada de octubre a junio con espesores de hasta 1,5 metros cuando todo el mundo sabe que, en general, cada vez nieva menos. Sin ir más lejos, se puede decir que este año sólo ha habido una nevada fuerte a finales de febrero. Antes de ésta ha habido muy poca nieve. Además, cualquiera que entienda un poco de esquí sabe que la nieve, a partir de mediados de abril, cuando el sol pega con fuerza se vuelve impracticable, por lo que en un año bueno de nieve, de los que ya escasean, hay como mucho cinco meses de negocio, de diciembre a abril. ¿ Qué ocurrirá los restantes meses del año una vez que el medio natural ya ha sido destrozado? Basta sólo con darse un paseo por Alto Campoo en verano para ver el desolador aspecto que presenta.
También se entiende que la gente de la zona esté deseando que sus fincas se revaloricen y que se construyan hoteles y apartamentos, pero existen otras alternativas a este turismo masivo que puede durar todo el año y que a la larga va a ser más rentable, por ejemplo centros de educación ambiental, albergues,..., etc. Es decir, turismo, pero de otro tipo.
En definitiva, esperemos que nuestros políticos actúen pensando en el llamado desarrollo sostenible y no maten a la gallina de los huevos de oro.
Raúl Guerra Gómez, socio de G.M. ALTAI
D.N.I: 13.982.930