Ecrins 2010. Escalada en hielo
La primera parte del viaje se resume como siempre: madrugón, autopista, peajes, gasolina, cafés, más autopista, más peajes,……Esta vez la diferencia fue que nos metimos los seis (Pablito, Eduardo, Raúl, Sergio, Jon y Luis) en una furgoneta y, a las 8 y pico de la noche, llegábamos al Relaix du Pelvoux, hotelito encontrado por Eduardo en el pueblo de Pelvoux. El sitio es agradable y está bien. Por 40 euros cenábamos, desayunábamos y teníamos donde dormir. Lo único que la cena un poco escasa para unos tíos que no han comido y han estado todo el día haciendo actividad. Rápidamente nos situamos y bajamos a cenar. De reojo mirábamos a una decena de italianos, escaladores de hielo y por lo tanto competidores por las anheladas cascadas, que cenaban al lado nuestro. Nos comentaron que en Freissinieres había hielo y que ellos habían estado allí y que se llegaba bien por la carretera.
Al día siguiente salimos para la zona que nos habían comentado. Por la carretera un francés nos enseñó como darse la torta por conducir haciendo el tonto por carreteras heladas. Nosotros íbamos sin cadenas pero con una pala “Bellota” y cinco recios “empujadores de furgonetas”. Raúl se quedó esquiando, buscando palas de nieve al sol. El valle es realmente bonito, todo nevado, muy alpino pero con poco hielo. No había muchos coches pero en las zonas más evidentes había gente. Al finas nos decantamos por una cascada de tres largos llamada “happy together” muy interesante para desentumecer los brazos y el coco. A la bajada hicimos “Ice pocalypse” acabando de noche y llegando a la furgoneta “cerrando el valle”, técnica de la que nos hemos hecho adictos.
Primer y tercer largo de Happy together
El martes fuimos para La Grave y por el camino dejamos a Eduardo y Raúl en la estación de esquí de Sestriere. Pablito y Sergio se quedaron en la cascada de Les Moulins, Jon y Luis fuimos a la Colera du Ciel donde sólo se veía una cordada desde la carretera. Al salir del bosque descubrimos que había más cordadas, otras dos de tres escaladores. Decidimos sentarnos en las mochilas y darles distancia porque iban lentos. Hora y pico después salimos y por la escalada nos los encontramos ya que aseguraron todos los largos. En los dos últimos largos, los más complicados, nos juntamos con dos australianos y un inglés y mientras veíamos el “tinglado” que un guía francés había montado para sus tres clientes, nos contaron que los australianos llevaban dos años rodando por el mundo. Habían estado en España escalando en deportiva por el Mediterráneo. Al final el guía y sus reventados clientes se retiraron rapelando, y los australianos nos dejaron pasar. Así que escalamos los dos bonitos largos finales y de noche volvímos a donde las mochilas.
Tercer y cuarto largo de Colera du Ciel
El miércoles repetimos y volvimos a La Grave. Esta vez Pablito y Sergio se fueron hacer Cartugeas y Jon, Eduardo y Luis se fueron a Les Moulins donde para sorpresa nuestra no había nadie. Aquí la aproximación a las cascadas se mide en SEGUNDOS y eso que nuestros compañeros nos dejaron un poco más lejos, a la entrada del tunel, y la aproximación nos llevó un par de minutos ¡reventaos llegamos! La cascada Les Moulins se hace en tres largos de cuerda, a tope de cuerda y se rapela por la parte izquierda de la vía en cuatro rápeles. Se puede seguir por una columna de 6 grado a la cual sólo la hicimos fotos. Este día acabamos de día e incluso pudimos hacer compras y tomar una cerveza.
Segundo y tercer largo de Les Moulins, La Grave
Easy Rider